martes, 18 de julio de 2017

La ruta de los dinosaurios, la costa del Jurásico

Areñes


Los dinosaurios, al desplazarse sobre un sedimento (fango o arena), producían una serie de impresiones en el mismo a las que denominamos huellas de pisadas o icnitas. Al conjunto de éstas, ordenadas consecutivamente siguiendo una dirección determinada se le denomina rastro. Las icnitas no pueden dar información sobre el comportamiento de los dinosaurios y sobre el ambiente en el que vivían.


 


Cuando las huellas se formaron el sustrato era blando, sólo más tarde, después de haber sido profundamente enterradas se convertirán en roca dura.
Las evidencias más claras sobre la abundancia y variedad de dinosaurios que poblaron nuestro territorio durante el Jurásico parten de los numerosos hallazgos de icnitas en las tres formaciones del Jurásico Superior (Vega, Tereñes y Lastres) que aforan en los acantilados costeros de los concejos de Villaviciosa, Colunga y Ribadesella.



 




 


Del estudio de las huellas asturianas, y de su comparación con otros yacimientos conocidos se desprenden las siguientes conclusiones: Están representados tanto dinosaurios bípedos (terópodos y ornitópodos) como cuadrúpedos (en su mayoría saurópodos). A juzgar por las dimensiones de estas huellas, hubo en nuestra región dinosaurios de proporciones muy diversas: desde muy pequeños, del tamaño de un ave actual, hasta enormes, como sería el caso de los braquiosáuridos. Algunas icnitas como las de la playa de La Griega, son las mayores conocidas en España y se encuentran entre las de mayor tamaño del mundo.







 


 
 
 
 
 


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